Resumen
El solipsismo, que suele entenderse como un problema exclusivamente epistemológico, parece tener expresiones sociales y culturales que, si bien encuentran su raíz en la supuesta incapacidad de conocer con certeza y univocidad el llamado mundo externo y los procesos mentales de otros individuos, poseen un alcance muy concreto que justifica y solapa los usos aviesos de la Razón. Ahí donde parece no haber un criterio confiable y universalmente establecido, en vez de sobrevenir la duda juiciosa, emergen el descrédito hacia los modos de vida que el discurso del poder no es capaz de asimilar y el afamado "todo vale", que se rinde sumiso ante los sacerdotes sin rostro del Dinero. El presente ensayo, valiéndose del pensamiento vivo de Leibniz, representa un intento por aclarar las diversas formas y expresiones del solipsismo como la intolerancia, al misantropía, el individualismo y la segregación en todas sus formas (clasismo, sexismo, racismo...)